viernes, 4 de marzo de 2011

Siempre nos quedará París (o Londres, o Madrid, o Brasilia...) Parte II


Seguimos con el repaso a los principales dictadores que, a pesar de haber sido gobernantes sanguinarios y corruptos, han podido vivir plácidamente en el exilio...

Idi Amin Pocos dictadores han alcanzado tanta notoriedad por su brutalidad como Idi Amin. Sólo 8 años como presidente de Uganda le sirvieron para alcanzar fama mundial como uno de los líderes más sangrientos de la historia africana. Sentado en el trono presidencial desde enero de 1971, tras un exitoso golpe de Estado contra el anterior presidente Milton Obote, Idi Amin dedicó sus años en el poder a exterminar a cualquier oposición política y a grupos étnicos rivales. Inicialmente apoyado por Israel, donde se entrenó militarmente, y Reino Unido, antigua potencia colonial de Uganda, pronto cambió de alianzas internacionales. Su nueva política exterior, anti-británica y anti-israelí, le granjeó la enemistad del bloque Occidental y el apoyo de nuevos aliados como la Libia de Gaddafi o la República Democrática Alemana de Honecker. Su pertenencia a la minoría musulmana de Uganda (en torno al 10% de la población) le permitió establecer buenas relaciones con el mundo árabe. Entre sus excentricidades, su supuesto canibalismo y su afición a echar a sus opositores a los cocodrilos. Llevó a cabo un auténtico genocidio contra los grupos étnicos contrarios a su gobierno. Ya en abril de 1979 huyó del país debido a la invasión de Uganda por parte de opositores apoyados por el ejército de la vecina Tanzania. Se exilió en Libia y más tarde a Arabia Saudí, donde vivió en paz hasta 2003 cuando murió debido a problemas renales.

Mengsitu Haile Mariam Todavía en el exilio en Zimbabwe, Mengsitu dio nombre a una de las épocas más oscuras de la historia de Etiopía, país del que fue presidente. Fue miembro del grupo de militares que en 1974 derrocaron la monarquía de Haile Selassie para instaurar un régimen dictatorial socialista gobernado por una Junta Militar, el Derg. En 1977 se haría con el poder, tras la muerte del resto de sus oponentes en la Junta. Su gobierno, desde 1977 hasta 1989, es conocido por el Terror Rojo, debido a la represión política que llevó a cabo incluso en su propio partido político, el Partido Revolucionario del Pueblo Etíope. Alineado con el bloque comunista, logró el apoyo militar y tecnológico de la URSS y Cuba en la guerra que le enfrentó a la Somalia de Barre entre 1977 y 1978. Con la caída del bloque socialista a finales de los 80, la Etiopía de Mengsitu se encontró internacionalmente aislada. La retirada de las tropas soviéticas y cubanas dejo patente la debilidad militar del régimen. Esto fue aprovechado por las milicias de la secesionista Eritrea y por la oposición armada al régimen, liderada por Meles Zenawi, actual presidente del país. El levantamiento contra Mengsitu, iniciado en 1989, logró conquistar la capital, Addis Abeba, en mayo de 1991, provocando la caída del régimen socialista y la huida del presidente a Zimbabwe. De ideología similar, el Zimbabwe del dictador Robert Mugabe recibió con manos abiertas al dictador etíope, que de esta forma se salvó de cualquier proceso judicial por crímenes contra la Humanidad.

Jean-Bédel Bokassa Paradigma de la excentricidad, el dictador Bokassa, presidente de la República Centroafricana entre 1966 y 1979, pasaría a la historia por autoproclamarse Emperador de su país en 1977, tras una fastuosa ceremonia. Llegó al poder en 1966 tras un golpe de Estado que derribó al también dictador David Dacko. En 1976 declaró al país una monarquía y se convirtió al Islam. Sus principales aliados eran la Libia de Gaddafi, la dictadura argentina de Videla y el presidente francés Valery Giscard D'Estaing. La violencia con la que Bokassa reprimía cualquier manifestación llegaría a incomodar tanto a su aliado europeo, Francia, que desde París se organizó un Golpe de Estado que el 20 de septiembre de 1979 derribó al dictador. Paradójicamente, Bokassa acabó exiliándose en Francia, donde vivió hasta que en 1986 regresó a la República Centroafricana. Allí fue detenido y juzgado por canibalismo, asesinato, y corrupción. Fue liberado por una amnistía en 1993 y murió en 1996 por un ataque cardíaco. El presidente francés Giscard d'Estaing pagaría caro su apoyo a Bokassa, ya que salió a la luz pública la turbia relación entre ambos dignatarios. Sobre todo las presuntas orgías en las que participaban y los lujosos regalos que el presidente francés recibía de su amigo Bokassa, principalmente valiosos diamantes. Estas acusaciones ayudaron a que, en las elecciones presidenciales francesas de 1981, Giscard d'Estaing perdiese contra Miterrand.

Yakubu Gowon General nigeriano, en agosto de 1966 llegó al poder tras un sangriento golpe de Estado. Lideró Nigeria durante la guerra que enfrentó al ejército nigeriano con los separatistas de Biafra, región del sudeste del país. El bloqueo ordenado por Gowon a la región secesionista provocó más de un millón de muertos civiles. La guerra se extendió hasta 1970, cuando los separatistas de Biafra fueron derrotados. La corrupción de su régimen causó malestar entre la población y el ejército, provocando un golpe de Estado el 25 de julio de 1975 que obligó a Gowon a huir de Nigeria. Escogió el Reino Unido como lugar de exilio.

Mobutu Sese Seko Eterno presidente de Zaire, actual República Democrática del Congo, Mobutu fue el gendarme de Occidente en África. Desde su acceso al poder tras un golpe de Estado en 1965 contra el entonces presidente Joseph Kasavubu, defendió los intereses de Estados Unidos y Francia en el corazón de África. Inicialmente llevó a cabo una política exterior anti-occidental, pero el apoyo de la socialista Angola y el bloque comunista a los separatistas de la región de Katanga, empujó a Mobutu a los brazos de Washington. Se auto-proclamó “el guerrero poderoso que, debido a su resistencia y voluntad inflexible, va a ir de conquista en conquista, dejando el fuego a su paso”, toda una declaración de intenciones. Su régimen se caracterizó por el continuo saqueo de las riquezas del país. Su caída se produjo por un levantamiento popular de tutsis al Este del país, al apoyar Mobutu el genocidio en Ruanda, que junto a opositores políticos al régimen y el apoyo de Ruanda y Uganda, lograron expulsar al cleptócrata en mayo de 1997. El ya ex-presidente huyó a Togo desde donde se trasladó a Marruecos, donde otro tirano, el rey Hassan II, también amigo de Occidente y saqueador asiduo de las arcas públicas, le concedió asilo hasta su muerte en 1997 de un cáncer de próstata.

Mohamed Siad Barre Gobernó Somalia con mano de hierro desde 1969 hasta 1991. Militar, llegó al poder tras organizar un golpe de Estado en 1969. Transformó el país en un régimen socialista, apoyado por Moscú. En 1976 creó el partido único, el Partido Socialista Revolucionario Somalí. Además de en el marxismo, la ideología del régimen se basaba en el nacionalismo somalí, lo que llevó a Barre a invadir el Este de Etiopía en 1977. La URSS, aliada de los dos países enfrentados, optó por abandonar a Somalia y apoyar militarmente a Etiopía, lo que provocó la derrota del ejército somalí. A partir de entonces Barre cambió de alianzas y se acercó diplomáticamente a Occidente. Durante la siguiente década comenzaron a surgir grupos armados de oposición al régimen, que consiguieron el 26 de enero de 1991 expulsar al dictador de la capital, Mogadiscio. Este se refugió en el sur del país hasta que pudo huir a la vecina Kenia, para poco después exiliarse en Nigeria. En este país africano moriría en 1995 por un ataque cardíaco, mientras que Somalia se hundía en el caos.

Mohammed Reza Pahlevi Segundo Sha de la dinastía Pahlevi, Mohammed Reza gobernó Irán desde la abdicación de su padre en septiembre de 1941 (su padre fue obligado a abdicar por Gran Bretaña y la URSS por sus simpatías hacia la Alemania nazi) hasta su huida del país por la revolución de 1979, que convirtió al país en una República Islámica. El “rey de Reyes” fue el principal aliado estadounidense en Oriente Medio durante los años 50, 60 y 70. Odiado por la izquierda y la derecha religiosa por igual, en 1953 se exilió durante unos meses debido a una insurrección popular liderado por los comunistas. Tras su regreso, endureció la represión política a través de su temido servicio de seguridad, el SAVAK. Su reinado acabó en febrero de 1979 cuando una segunda insurrección popular, alimentada por los comunistas y la derecha ultrarreligiosa, le obligó a huir de nuevo del país. El depuesto sha fue recibido en varios países, entre ellos EEUU y el Egipto del también pro-occidental Sadat. Fue en El Cairo donde murió en julio de 1980 de un linfoma.

Ferdinand Marcos Cerramos nuestra lista de dictadores en el exilio con el ex-presidente filipino Ferdinand Marcos. Llegó al poder de forma democrática, siendo elegido presidente por el Partido Liberal en las elecciones de 1965. En 1969 sería reelegido y gobernaría de forma cada vez más autoritaria. Pilar del anti-comunismo en el Sudeste Asiático, apoyó a Vietnam del Sur contra el Vietnam comunista de Ho Chi Minh. En 1972 impuso la ley marcial, lo que le dio plenos poderes para gobernar a su antojo. En 1986 convoca elecciones presidenciales, pero un levantamiento popular de la oposición política le obliga a exiliarse el 25 de febrero de ese mismo año. Marcos dejó un país arruinado, saqueado y con una guerrilla comunista muy activa. Estado Unidos, principal aliado del presidente filipino, le ofreció establecer su residencia en Honolulu, Hawai, donde moriría pocos años después, el 28 de septiembre de 1989.

Actualizado 14.04.11

Mapa de la BBC con los exilios de algunos de los dictadores de los que he hablado


http://www.bbc.co.uk/news/magazine-13052996

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