martes, 1 de marzo de 2011

Elecciones en Irlanda: resultados


Número
Votos 2007
Número
Votos 2011
Escaños 2007 Escaños 2011 % votos 2007 % votos 2011
Fine Gael 564,428 801,637 51 76 27,3 36,1
Labour 209,175 431,798 20 37 10,1 19,4
Fianna Fáil 858,565 387,362 77 20 41,6 17,4
Sinn Féin 143,410 220,660 4 14 6,9 9,9
U.L.A. 22,551 57,139 0 5 1,1 2,6
Greens 96,936 41,039 6 0 4,7 1,8
Independientes 162,825 270,674 8 14 5,2 12,2

Como ya se preveía, las elecciones del 25 de febrero han sido históricas para Irlanda. Durante el pasado viernes los electores eligieron a los 166 diputados que les representarán en el Dáil Éireann, la Cámara Baja del Parlamento, durante los próximos 5 años. Los resultados han confirmado lo que las encuestas ya habían vaticinado, ha habido un claro voto de castigo al partido gobernante Fianna Fáil, encargado de negociar el rescate del FMI y el BCE y principal artífice de la política económica que ha llevado al país al desastre. Tan sólo ha conseguido un 17,4% de los votos, cuando su peor resultado hasta entonces fue en 1992 cuando obtuvo un 39,1%. En Dublin, la capital, el castigo ha sido mayor ya que han obtenido tan sólo un diputado, situándose en quinto lugar. Los verdes, socios de gobierno con el Fianna Fáil desde 2007, también han pagado caro su participación en la negociación del rescate de 85 mil millones de euros; han perdido más de la mitad de los votos y los 6 escaños que tenían en el Dáil. Por primera vez desde 1989 los verdes no tendrán representación parlamentaria.

El principal beneficiario de la fuga de votos del partido gobernante ha sido el perpetuo partido de la oposición Fine Gael. De ideología similar al Fianna Fáil, ambos son partidos nacionalistas, tradicionalistas, surgidos de la guerra civil de los años 20; el Fine Gael era el destino natural de los descontentos con el partido gobernante. Por tanto a pesar de que ha habido una gran reestructuración de partidos, ideológicamente no ha sido así, los dos partidos de centro-derecha siguen sumando una mayoría absoluta de votos; un 68,9% en 2007 y un 53,5% en 2011. Pero no todos los descontentos con el Fianna Fáil han pasado a votar al Fine Gael, entre otros motivos, por la gran rivalidad que aún perdura en algunas áreas entre estos dos grandes partidos. Rivalidad heredada de las posturas encontradas durante la guerra civil de los años 22-23, con los defensores de una postura más flexible y colaboradora con la antigua potencia dominante, Gran Bretaña, el Fine Gael, y aquellos que defendieron a ultranza la idea de que sólo a través de una república podía Irlanda ser independiente, el Fianna Fáil. Actualmente esta rivalidad se ha perdido aunque aún se percibe al Fine Gael como ideológicamente más flexible, girando en torno al centro, y a un Fianna Fáil más radical y nacionalista. Algunos opinan que en un futuro ambos partidos podrían llegar a fusionarse debido a las similitudes ideológicas.

El partido Laborista y el Sinn Féin han sido los otros partidos que se han beneficiado del descalabro del Fianna Fáil, sobre todo en Dublin. El partido laborista ha cosechado un récord histórico tanto en votos como en escaños y se sitúa como principal partido en la capital. Los laboristas se habrán beneficiado además de la fuga de votos de los verdes y de los nuevos votantes, ya que la participación ha subido de un 67% en 2007 a un 70,1% en 2011. El Sinn Féin, también nacionalista, pero que defiende políticas económicas y sociales más a la izquierda, ha logrado 80 mil votos más y 10 nuevos escaños, logrando sus mejores resultados desde la Segunda Guerra Mundial.

La sorpresa de las elecciones ha sido la United Left Alliance, coalición de partidos de izquierda a la que las encuestas no le daba ni un sólo diputado. La ULA está formada por tres pequeños partidos: el Partido Socialista, la Alianza “la Gente antes que el Beneficio” y el Grupo de Acción de Trabajadores y Desempleados. En las elecciones la ULA sorprendentemente ha logrado 5 diputados y más de 50 mil votos, en un país donde la izquierda tradicionalmente no ha obtenido grandes resultados electorales. Presumiblemente este éxito se debe a los nuevos votantes, a antiguos abstencionistas y a descontentos de otros partidos, principalmente los verdes o los laboristas.

Enda Kenny, líder del victorioso Fine Gael, es el único candidato posible para ocupar el puesto de primer ministro o Taoiseach. Pero con 76 diputados, aún está lejos de los 83 para la mayoría absoluta. La necesidad de un gobierno estable en tiempos tan turbulentos empujará al nuevo Taoiseach a formar un gobierno de coalición con los laboristas. Ambos partidos sumarían 113 de los 166 diputados, mayoría más que suficiente. Otra alternativa más interesante para el Fine Gael pero con mayores riesgos es un gobierno en minoría con el apoyo de diputados independientes. Sea cual sea la opción por la que finalmente se decida Enda Kenny, su principal objetivo es renegociar el paquete de ayuda que el anterior gobierno había acordado con el FMI y el Banco Central Europeo, sobre todo la tasa de interés. En esto todos los partidos del nuevo Parlamento, salvo el Fianna Fáil, están de acuerdo. 
 

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